!La nieves, un majar para los Dioses prehispánicos! Segunda Parte.

Un dato curioso de esto es que muchos reyes y monarcas eran verdaderos adictos a este postre, al extremo que aquellos que eran asignados a la tarea de recoger la nieve eran severamente castigados si su preciosa carga llegaba a derretirse.
Al llegar esta nieve a su destino era recibida por un grupo selecto de sacerdotes elegidos por los dioses, ellos lo transformaban en un prodigioso manjar con pulque o frutas naturales del lugar como el capulín, tejocote, higos, etc., frutas fermentadas con mezclas de caña y miel. El primer manjar se ofrecía a los dioses, para después servirlo a los reyes ó grandes señores invitados al festejo del viento, era el ofrecimiento solemne del año, era la comida sagrada, exclusiva para los dioses. Por muchos años en la época de la conquista estos festejos fueron omitidos, siendo, según los registros de la historia, que en el siglo XVlll vuelve a aparecer este manjar en fiestas muy selectas.
Cabe mencionar de igual forma que en la mitología Azteca el dios del hielo Ixtlacoliuhqui o "Cuchillo Torcido" regía los destinos de los hombres por 120 días, ya que en el Códice Borbónico se interpretan algunas figuras como una procesión del hielo, realizada para pedirle a esta deidad el alargamiento de los tiempos de lluvia y el atraso en la llegada de las heladas.
También fue común la utilización de las nieves de los volcanes Iztlaccíhuatl y Popocatépetl para enfriar y elaborar los alimentos en la corte de los emperadores aztecas.Esta nieve de origen prehispánica, es lo más cercano a las nieves de garrafa, sin embargo fue en la época de las colonias en la nueva España donde, precisamente los españoles introdujeron este producto en el siglo XVI a México y su desarrollo se vio favorecido gracias a la variedad de frutas propias del país.